Habla la Tierra:
Hijos e Hijas,
Míos:
El Amor que
nutro por aquella parte que no me ama, que no cree en mi sacrificio, que no ha
atendido a mis lágrimas de sangre por todo el Mundo, se está agotando.
Las fuerzas de
misericordia que nutría por ellos, ya no existen, sino solo lágrimas de dolor
por ellos y ellas, porque se han perdido en las callejas oscuras del vacío
espiritual.
Yo os amo, desde
siempre, porque desde siempre os he amado con aquel Amor incomprendido que todo
lo da sin demandar nada; solo quiero vivir para haceros felices y dichosos,
pero mis fuerzas se agotan, y no por causa mía.
¿Llegará el
tiempo en que os tendré que negar la Paz y el Sustento?
¿Llegará el
tiempo en el cual me llaméis y yo no responda?
¿Llegará el
tiempo en el que busquéis el cobijo ante lo abrasador y yo no extienda mi Santo
Manto para protegeros?
¡Qué dolor! ¡Que
dolor inmenso tener que dejar que, los hijos e hijas pródigos, tengan que
realizar sus parabólicos trayectos, para comprender completamente, que solo yo
soy su Madre, que solo yo soy su Consuelo y su Maternal Amor!
El Padre os ama,
como yo os amo, porque yo soy UNA con el Padre.
La parte que yo
amaba tanto, porque creía en su restauración, en su arrepentimiento está
muriendo en el Espíritu, y yo, no puedo hacer más de lo que hago por Amor Santo
hacia Mi Esposo, el Sol.
Un día
recordaréis bien estas palabras, y serán solo días de sufrimiento y de
desdichas para todos y todas, por no haber querido creer en Mi, y en mis
Palabras.
Mi Manto se
reduce a aquellos y aquellas que, por Divina Concesión, han sabido custodiar el
Tesoro de la Luz.
Solo éstos verán
resplandecer el Futuro en un inmenso océano de Paz, de Felicidad y de
Fraternidad Universal.
Yo, Madre
vuestra, os amo. ¿Y vosotros? ¿Me amáis?
Paz.
A través del Ancestral
Reunificador.
Antonio Pastor L.
Vellisca, ..... horas del 11
febrero 2017