Para todos y para cada
uno en particular quiero escribir y compartir:
Mucho habría que hablar sobre lo que está
ocurriendo en el mundo, o mejor dicho sobre las masas humanas en relación a los
continuos choques divisorios que vuelven la vida cada vez más infernal e
insoportable de resistir por todos aquellos que desean un Mundo mejor y lleno
de Paz y Fraternidad.
Pero es cierto, sin
falsedad, que si no se practica la Justicia primero, es imposible que la Paz y
el Amor unan a los hombres en una Verdadera Fraternidad.
Cada cosa en su lugar, y al tiempo requerido.
Por más que se quiera esconder, o se quiera
negar, lo que el mundo está viviendo, y en este tiempo particular le ha tocado
a toda España vivir, tiene una directa relación con todo lo dicho por la
Santísima Virgen María en diferentes partes del Planeta Tierra y en diferentes
épocas. En el caso de España, en SanSebastián de Garabandal.
Un discurso divino y claro, proveniente de
Dios y dado por la Santa Virgen, inequívoco que alude sin la más reseña de
duda, a una “fuerza malvada, demoníaca” que amenaza sobre la unidad de los
hombres, de las tierras, de las almas.
Una “fuerza maligna” que se disfraza de
“buenismo” y de aparente “fraternidad” pero que en realidad lleva a los hombres
a dividirse, a formar parte de tribus, de grupos, de sectas políticas o
filosóficas que pretenden poseer la solución pero que en realidad, sus actos
son su propio “carnet identificativo”.
Los resultados son claros para todos, porque
realmente la única Unidad que puede
existir y salvar es la Unidad en Dios y con Dios, y con los sagrados
preceptos, que TODOS, y repito, TODOS conocemos. En todo lugar, en toda
cultura, de cada rincón de este Planeta.
La Santísima Virgen María, portadora por Voluntad de Dios de un
claro Mensaje de Advertencia no ha
sido escuchada; más bien ha sido interpretada y partidistamente explicada a los
feligreses de los diferentes cúmulos humanos, cuando en realidad Su Discurso es
muy sencillo y simple, y solo requiere ponerse en práctica con toda el alma en
la vida cotidiana de los hombres.
Ella, tan amablemente, tan dolorosamente, tan
constantemente, tan insistentemente ha dicho, ha hablado, ha afirmado de las
consecuencias que tendría esta “fuerza maligna” sobre todo el género humano.
¿Los resultado de esta desobediencia? ¡Ahí los
tenéis por no haber obedecido a tiempo!
Y con el tiempo se extenderán más sobre las
débiles y frágiles mentes de aquellos que nutren el mal, pensando que nutren el
bien, por no haber discernido a tiempo los Valores Esenciales de cada cosa, de
cada acto, de cada situación, de cada contradicción opuesta hacia Esa Santa
Voluntad Superior que es Divina, y que ha sido dicha y redicha.
Especialmente para
España, en donde tuvo continuación las Apariciones de la Santa Virgen en
Fátima,
tal como Ella misma dijo al final de su Aparición en 1917: “Ahora me marchó, hijos míos. Adiós, hasta San
Sebastian de España”.
Tal salutación no fue comprendida en aquel
entonces. Solo años después tal conexión se comprendió, como también fue
comprendida la conexión entre Fátima y La Salette por mención directa de la
Santa Madre María.
En todas ellas se ruega a los Poderosos,
sobretodo a los religiosos y a cada alma en particular, de conjurar la “fuerza
maligna” que amenaza a toda la humanidad, y en diferentes países que ahora son
“espejos”, “ejemplos”, “contaminadores” de lo que pudiese ser extendido por
todo rincón de la Tierra.
La Divina Fuerza de este Ser Inmaculado y
lleno de Justa Bondad no ha sido tenida en cuenta, y las solicitudes que a
través de distintos medios solicitó no han sido atendidas correctamente, y
por ello ahora, la humanidad está en el estado que está.
Por ello, esta Divina Madre, que es la Madre
de cada uno en particular y de toda la Humanidad en general, pidió La
Consagración del Mundo a su Sagrado Corazón y ESPECIALMENTE a todos aquellos
países y gentes que “ejercen conscientemente o inconscientemente esta la fuerza
maligna” que como una úlcera de Apocalíptica mención cada vez más se extiende
por todas partes, especialmente en las almas de las gentes, creando división,
separación, confrontación, y en muchos casos como conocemos llegan hasta la
guerra y la destrucción, que es EL MAL PUESTO EN PRÁCTICA.
Cuando hablo de “Guerra” y hablo de
“Destrucción”, me refiero también a “otros tipos de Guerras y de Destrucciones”
que actúan incesantemente sobre la mentes prisioneras de ciertas tipologías de
pensamiento, para mantenerlas prisioneras y además, esclavas.
El Hombre aún debe descubrir que PUEDE SER LIBRE, POR SÍ MISMO, y por la Gracia Suprema del
Creador, que al tiempo es Padre y Madre de todos.
Esta fuerza maligna no tiene ningún poder
sobre todos aquellos y aquellas que se conocen a sí mismos, y que gracias a
ello, reconocen a Dios en ellos y lo respetan siempre, en cada instante de sus
vidas.
¡La Desobediencia querido hermanos y hermanas
que estáis sobre la Tierra tiene estas consecuencias, y los terrestres deben
inevitablemente aprender!
Incluso a través de la Repetición de los
Errores, lo cual aumenta la Pena ya adquirida y no es perdonable.
Muchos, (bueno no tantos), son los que han
empleado todas sus fuerzas para hacer ver a los gobernantes de sus países
respectivos la terrible dirección del sendero tomado por contradecir y no
considerar esta Santa Voluntad de María, la Inmaculada Entidad que es Madre de
todos, enviada por Dios mismo para llamar hacia el arrepentimiento y hacia la
practica de la Ley del Padre, que ciertamente no tiene nada, nada que ver, con
lo que las diferentes iglesias humanas difunden.
Solo la toma de conciencia de esta Realidad,
(aunque no se quiera reconocer), puede hacer que un Pueblo no caiga en el
abismo tremendo de su propia aniquilación.
Ha sido mil y mil veces dicho: “Llamad y si os abrirá. Pedid y se os dará”,
pero si los hombres no piden y no llaman, entonces no puede ser abierto
y concedido, porque hay una Ley Universal que no lo permite.
De ahí, la gran importancia de saber orar con el alma y con el espíritu
que todos tienen pero que no disponen, o no quieren disponer porque sus
inteligencias ya han caído en la oscuridad.
Orar, sí pero ACTUAR, porque la Autentica Oración
es aquella que da frutos, de produce obras y actos buenos a los Ojos de la
Santa Madre y del Padre Eterno. No sirve orar y luego quedar quietos, o
silenciosos, sin abrir la boca.
ELLA, la Santísima Virgen lo ha dicho, “si me pedís yo en la Justicia Divina os podré
conceder, pero si no me pedís con el Alma y el Corazón puestos en Dios ¿qué
esperáis obtener?”.
Así, pues, están las cosas en toda la
humanidad, y en determinados lugares en donde ELLA se apareció están
especialmente evidentes.
Todo esto no viene desde ahora, sino desde
hace mucho, mucho tiempo.
El Mundo, o mejor dicho, el género humano no
ha querido prestar atención, (y me refiero también a cada ser en particular), y
ciertas naciones, (como en esta caso España) ya oyen clamorosas las Campanas de
una Justicia Divina que no tiene Misericordia alguna con los mentirosos, con
los falsos, con los engañadores, con todos aquellos que siembran con esta
“maligna fuerza” división entre los hombres, y que no han querido reconocer y
establecer el Poderoso Eslabón que une el famoso “Milagro del Sol”, con una
Realidad indiscutible que esta generación vive en cada rincón de la Tierra.
Atentos, atentos, porque “ciertas campañas ya
suenan y atronan en vuestros oídos aunque estén cerrados”.
Solo un verdadero
acto de reconocimiento y de solicitud hacia esta Madre que ha dado todo
sin pedir nada a cambio, podría cambiar el destino de los Pueblos y de toda la
Humanidad, pero me temo que ahora, como todos vemos, ya es demasiado, muy demasiado tarde.
Quisiera que releyerais atentamente de nuevo
esto y que meditarais seriamente sobre ello.
Vuestro amigo o hermano, o como quieran
llamarme y considerarme.
Hoy, Antonio Pastor L.
PARA EL PUEBLO ESPAÑOL Y PARA EL MUNDO-.
Vellisca, ..... horas del 08 Octubre de 2017.