Reflexiones sobre lo que se nos dejó dicho,
escrito y transmitido:
PARÁBOLA DEL GRANO DE MOSTAZA Y DE
LEVADURA
Y añadió el Señor.
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Muchos os preguntáis:
“¿A qué cosa es semejante el Reino de
Dios, o con que podré compararlo?”
Yo
os digo que es semejante a un diminuto grano de mostaza que un día tomó un hombre y lo sembró en su
huerta, el cual creciendo, llegó a ser un enorme árbol, en el que las aves del
cielo posaban en sus ramas.
Y
volvió a repetir el Señor:
“¿A qué cosa diré que se asemeja el Reino
de Dios, el Reino de los Cielos, o a qué sería semejante?”
Puede
compararse a la levadura que una
mujer tomó un día y la mezcló junto a tres medidas de harina, hasta que
hubo fermentado toda la masa.
¿Por qué primero
habla del Hombre y luego de la Mujer?
Dos ejemplos claros
y complementarios, diferentes en actividad pero adicionales entre ellos al ser
una unidad.
UNO siembra, UNA fermenta.
¿Acaso Dios no es
Padre/Madre en una misma cosa? ¿No es acaso Andrógeno el Creador?
¿Diminuto “grano de
mostaza” que se convierte en árbol
tan grande que refugia a las “aves del cielo”?
¿”Levadura” que es
mezclada con tres medidas de “harina”,
hasta que hubo fermentado TODA la masa?
Y acaso, ¿no es el
hombre tres partes de materia y una de astral?
Pues en razón de
ello os digo que en el Reino de Dios, que es igualmente el Reino de los Cielos,
es como ese árbol en el que se refugian los seres que vuelan
por los cielos haciendo la Voluntad del Creador, y vigilando que la levadura que Dios a mezclado por todas partes de esta Tierra, crezca para que
la fermentación de toda ella, produzca una buena
masa, para un buen pan.
A.p.L.
Buenos
Aires-.Arg-.C.d.E-......horas 18 abril 2017.
