No
puedo negar que muchas veces me he preguntado: “¿Por qué precisamente yo?”.
Y lo
cierto es que no he tardado en darme cuenta que en mi recorrido estaba la
respuesta a esta pregunta. Me he dado cuenta, como invisiblemente, todo aquello
que he vivido corresponde al sumando de situaciones y de impactos interiores de
vivencias que me han llevado precisamente a volverme disponible, totalmente, o
para ser un poco más humilde, casi completamente, a unos Dictámenes que
provienen de un “lugar” que si lo explicara pocos me podrían entender, y mucho
menos aquellos que “todo” lo saben y “todo” lo estudian.
El
porqué lo conozco, así como no desconozco que el Reino de la Luz se conquista
con la negación de uno mismo ante El Señor Cristo, pero claro está, primero hay
que constatar fehacientemente que es ÉL y no “otro”. Por ello, puedo decir que
no soy de los que creen a pies juntillas, o dicho comúnmente “a ciegas”, en lo
que veo, o en lo que oigo. Presto atención a la Voz Silenciosa que me llena de
Paz, y de Libertad Espiritual por dentro. No atiendo a obligaciones de ningún
tipo, no soy fácil de convencer aunque primeramente otorgue confianza.
No, no
soy así como muchos piensan, y no podría serlo porque sé bien en qué mundo me
ha tocado vivir, y como la selva se traga a las pequeñas hierbas que no echan
sólidas y firmes raíces, claro está, en el Espíritu.
¿El
porqué yo?, en mi recorrido está la respuesta. Muchos de vosotros conocéis gran
parte de mi recorrido, al lado de quien, temporalmente, he caminado, lo que
temporalmente me ha tocado vivir, no sin profundas reflexiones, y también al
lado de quien, siempre, he caminado, no sin sacrificios y sin laceraciones, por
defender una Verdad que puede, realmente, hacer Felices y donar Paz Espiritual.
Conociéndome como algunos y algunas me
habéis conocido, entonces podréis también vosotros y vosotras “vislumbrar” la
respuesta a ese “¿por qué yo?”.
Al
final la suma de los factores, ha dado como resultado el Sumando.
No
podría ser de otro modo.
Yo
soy, ese Sumando. El Sumador es Otro.
El
cálculo de mi ecuación no es complicado si leéis lo que escribo con libertad de
mente y de corazón, y sabiendo, -esto lo digo completamente para todos-, que
solo la extrema humildad es la que me lleva a decir, hacer, ir y venir, además
de pensar en todos vosotros como hermanos y hermanas, en búsqueda de la
Solución Definitiva que os libere de las cargas que hoy, en estos últimos
tiempos del Programa Celestial, oprimen y condicionan.
Este
soy yo, un no-docto en todo, pero Me Conozco a Mi mismo, no por mérito mío sino
por mérito de unos Seres Luminosos que trabajan incansablemente al lado de la
Inteligencia Crística de este Sistema Solar.
Y es
precisamente Conocerme a Mi mismo lo que me ha hecho ser Libre, realmente,
Libre enfrentándome a todo aquello, y todos aquellos que pueden matar y
oscurecer la Luz del Espíritu.
No
puedo no desear para vosotros esta plenitud que yo siento. Os lo digo con toda
mi Alma, sabiendo que el Juez Justo de todo y de todos, está siempre observando
silenciosamente.
Quien
quiera creer, que crea.
Sincera
y humildemente, sea como sea, no cambia mi realidad.
Mucha
Paz para todos, y os digo, que siempre encontraréis en mí un hombro en el que
recostaros cuando vuestras mentes y vuestras almas estén agotadas, y necesiten
un poco de atención, libre, genuina, luminosa, y fraternal.
Siempre
yo, Antonio.
Vellisca,
..... horas del 22 junio 2017.